A tan solo minutos de su llegada a nuestro Showroom, la inherente sobriedad del arquitecto Jaime Rouillon se apoderó del espacio. Nos tomó unos instantes empezar la conversación que desde entonces ha hecho eco. Y es que volver a lo puro, a lo esencial, es una filosofía que implica cierta gravedad. Esta búsqueda es la que ha guiado la trayectoria del galardonado arquitecto, quien protagoniza nuestros Kitchen Talks del mes de agosto.
Estando en la cocina, hablar de comida fue un punto de partida evidente para romper el hielo. Rouillon, nacido en Perú y criado en Costa Rica, aseguró que la magia de la gastronomía peruana se debe, en gran parte, a la diversidad de elementos presentes en sus tres latitudes: la costa, la sierra y la selva. De todas ellas, la comida de la costa es la que mejor coincide con su visión de la arquitectura. Al igual que los ingredientes que forman parte de los ceviches y los tiraditos, los materiales, casi sin intervención alguna, se combinan para crear algo singular. Es en esa simplicidad donde la elegancia de los materiales logra hablar de manera amplificada.
“Esa es la arquitectura cruda, la que emplea los materiales al natural, sin adornos. Hoy por hoy viene tanta gente a ofrecerte cosas que parecen y a mí el cuento del parecer me pone muy mal porque, ¿para qué hacer algo que parece ser lo que no es? Eso es algo que me confunde de la producción arquitectónica. Los pisos que no son, las paredes que parece que no son… estamos viviendo en una imagen del parecer y no vivimos en la realidad de lo que tenemos, de lo que tocamos y podemos ver.” Y es que aunque la tecnología avanza, la honestidad de emplear los elementos tal cual los encontrás en el entorno hace toda la diferencia.
Usando nuestros sentidos, podemos ir descubriendo lo que está implícito en el diseño. Muy de la mano de esta noción, la filosofía del diseño de una marca referente como lo es Arclinea, busca la simplificación, quitar excesos, disminuir el ruido. Al llevar al ámbito doméstico funciones y modos típicos de la cocina profesional, la marca italiana ha propuesto desde sus incios una búsqueda estética y de soluciones técnicas profesionales que confirman su apuesta por el máximo rendimiento funcional.
“Escoger Arclínea para mí es la garantía del todo. Es saber que la superficie de lo que estás tocando es real, desde el metal, al mármol, a la madera; que no son plásticos, sino que son materiales nobles. Lo aspiracional que tiene Arclinea se manifiesta por una confirmación de lo seguros que están haciendo las cocinas que hacen. Si bien es cierto, la variedad de Arclinea es amplia, pero sus acabados son sumamente sofisticados”, comentó Rouillon.
Mimetizarse con el entorno.
Además del uso de los materiales propios del contexto, la integridad en la arquitectura recae también en su capacidad de adaptarse al paisaje del cual forma parte. En nuestro país contamos con una serie de características que debemos conocer a profundidad para emplearlas a nuestro favor, desde factores determinados por el medio ambiente hasta factores socioculturales. Por ejemplo, saber que el costo de la mano de obra no es tan elevado como en otras latitudes da pie a una mayor posibilidad de experimentación con el uso de materiales locales.
Creo que la arquitectura que hacemos es más una respuesta al entorno y al material per se, no de la apariencia.
“Para mí es muy importante descubrir que las cosas suceden de una manera sutil. Hicimos tres casas aquí en Costa Rica y creo que cada una representa muy bien el espacio donde está”. Al respetar el entorno, es posible crear una arquitectura que detona una secuencia de emociones que evoluciona conforme se hace uso de los espacios. “Esto es algo que te toma tiempo, lo vas descubriendo poco a poco, no es evidente. Si bien es cierto que hay un look que hace que las cosas se vean bien, es a la hora de utilizar cada ambiente cuando empiezan a aparecer otras sensaciones más interesantes”.
De acuerdo a Rouillon, muchos profesionales jóvenes en la arquitectura nacional hoy se están adaptando cada vez más al medio, se están descontaminando de muchas tendencias y están optando por hacer un uso más honesto del material. “Eso es lo más difícil a la hora de crear: apuntar a generar un sentimiento de bienestar que perdure en el tiempo. Que se quede en quienes habiten el espacio.”